Quiénes Somos
De izquierda a derecha: Pilar, Martin, Silvia y Raul
Viajar siempre fue vital para mí, ambicionaba conocer cada rincón del planeta y comunicarme con mis semejantes. Quería explorar, descubrir. Con mi raqueta al hombro fue más fácil realizar mis sueños. Ser un viajero y casi todos tenitas lo son, es una filosofía de vida. El viajar nos hace más receptivos y nos sentimos más participantes de un mundo cada vez más globalizado.
La mayoria de las veces viajé con mi mujer, Silvia.También viajé sólo, con mis hijos y con amigos. Puedo decir que he rodado el mundo, atravesé fronteras y países de avión, auto, ómnibus y inclusive haciendo dedo y aunque nunca de mochila me siento y desenvuelvo como un “backpacker”. Al principio el hecho de no conocer otros idiomas fue un aprieto, pero poco a poco incorporé a mi equipaje algo de inglés y francés. El hecho de ser un hombre de frontera y haber estudiado y casado en la Argentina me dieron la oportunidad de dominar el español. Aprendí mucho sobre los países que visité conversando con choferes, mozos de restaurantes y porteros de hoteles, pero principalmente con aventureros que deambulam por este mundo afuera.
Inicié mi aventura en viaje de luna de miel en Acapulco. Convivir con ese pueblo hospitalero y alegre de cultura milenar me contagió y me transformó en un viajero compulsivo. En todos esos anos recorrí las Américas e Islas del Caribe.Me aventuré por tierras distantes como Finlandia, Suécia, Noruega y Dinamarca.Viajé por Europa Central, pero fue en Londres y Paris que disfruté de momentos inolvidables,no solamente por sus encantos como también por la atracción de los torneos de Wimbledon y Roland Garros.También conocí el norte de África y África del Sur, pero de todo lo que ya había visto y vivido fueron tres expeririencias que cambiaron el rumbo de mis futuros destinos: el contacto con la naturaleza en un safári en África; el asombro delante de las ruinas de la civilización Maya en Chichen-Itza y la extraña aura de mistério que envolvia Cuzco y Machu-Pichu. Todo este trajecto fue un aprendizaje de vida, una rica experiencia de la cual no me arrepiento. Viví intensamente. Si tuviera la oportunidad de vivirlo nuevamente no lo pensaria dos veces, seria mochilero y trotamundos.
Entiendo que viajar es una opción y una posibilidad y que no es crucial para vivir bien, pero tengo certeza que, si viajásemos más seríamos más solidarios, habria menos racismo y menos guerras. Viviríamos en harmonia.
Juntos con mi hijo Martín, tenemos vários projectos de viaje-aventura y queremos compartir con ustedes. Si nuestras vivencias despiertan la alegria de viajar en algunos internautas, nuestra misión estará cumplida.
Venga viajar con nosotros!